Mi abuela lo guardaba todo. Su lema era “Quien guarda, halla”. Me gusta mucho esa frase. También tenía otra “A casa, hasta una piedra” porque cosa de desecho que veía, cosa que se llevaba para reciclarlo. Este post va dedicado a ella. Solía guardar los botes de yogur y plantaba algo en cada uno de ellos. Cualquier cosa era susceptible de convertirse en maceta y todo lo que plantaba, brotaba.
He ido guardando ejemplos de maceteros improvisados para mostraros, algunos de ellos ideas muy ingeniosas.


Estos tres los hemos visto en Dezeen, seguid el enlace para ver más.
Este es una ingeniosa transformación de palet a jardín vertical, para balcones con poco espacio, visto en Life in the balcony.



Estas las hemos visto en Re-nest, seguid el enlace para ver más.
Y para acabar, un huertito plantado en cajas de vino, visto en The Style-files